Cuidados de la visión en tiempos de pandemia.
Luz azul: ¿mito o realidad?

20/07/2020

Uno de los cambios que estamos experimentado es el aumento en el uso de pantallas, sea esto con fines laborales, educativos, sociales o recreacionales. Adicionalmente el confinamiento en nuestros hogares, menor ventilación de los espacios y uso de calefacción producto del invierno se asocian a la presencia de fatiga visual y molestias oculares. A diario recibo la consulta en relación a la utilidad de lentes para trabajo en computador y cada vez con mayor fuerza si se justifica el uso de lentes con filtro de luz azul. Dentro de los beneficios que entregarían estos lentes están:

Creo que todos estamos de acuerdo en que contar con algún elemento que cumpla estos tres objetivos sería fantástico, pero ¿es necesario tener estos filtros de luz azul?, ¿está demostrado que cumplen con los enunciados mencionados anteriormente?, ¿debemos invertir considerables sumas de dinero solamente con este fin? La verdad es que el cansancio o fatiga visual no es causado por la luz azul que emiten los dispositivos electrónicos, si no que se asocia más bien al sobre uso de pantallas. Es más, cualquier actividad que requiera de nuestra concentración por largo tiempo como puede ser leer un libro o tejer va a asociarse en mayor o menor grado a cansancio visual. Si bien es cierto la sobreexposición a la luz azul y rayos UV emitidos por el sol se asocian al desarrollo de algunas enfermedades oculares, existe evidencia de que la luz azul emitida por pantallas, al ser de menor intensidad, no es perjudicial para nuestra salud visual. Finalmente es cierto que existe relación entre la luz azul y alteraciones del ciclo sueño vigilia, estando demostrado que hay alteraciones en la producción de melanina (hormona importante para regular nuestro sueño), sin embargo no es necesario tener lentes con filtro de luz azul para mejorar nuestro descanso. Es posible hacer higiene del sueño evitando el uso de pantallas un tiempo antes de ir a dormir o usar el “modo nocturno” que muchos dispositivos tienen disminuyendo automáticamente el brillo y la luz azul emitida. En conclusión, según la evidencia disponible actualmente, sólo se justificaría esta inversión, si se requieren lentes por otra causa y adicionarle dicho filtro no se traduce en un incremento importante del costo.

Dr. Gonzalo Varas, Oftalmologo

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